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  • Gloria

La primera y segunda Noble Verdad del Buda


El primer giro de la rueda del Dharma

Es cerca de Benarés, en Sarnath, donde Buda imparte Las Cuatro Nobles Verdades a sus antiguos compañeros de práctica ascética. Es la primera vez que el despierto comparte su experiencia. Explica uno de los fundamentos del budismo: el camino medio, la vía a seguir entre los extremos de la sensualidad y la mortificación si se pretende alcanzar la liberación. Para explicarlo, los estudiosos sugieren que la enseñanza sigue la fórmula de un esquema médico tradicional de la época (diagnóstico, etiología, pronóstico y receta), y es que uno de los epítetos más afortunados del Buda fue el de “maestro en remedios” o “cirujano que extirpa la flecha del deseo”. En primer lugar, se expone que todo es sufrimiento o insatisfacción (dukkha); en segundo lugar, expone que dukkha o la enfermedad tiene una causa (samudaya), que es el apego o el deseo desmedido y que, en tercer lugar, esta causa puede ser extirpada (nirodha) mediante, finalmente, la aplicación del antídoto (magga): el camino de las ocho divisiones.

Esta, oh monjes, es la Noble Verdad del Sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, asociarse con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo deseado es sufrimiento. En breve, los cinco agregados de la adherencia son sufrimiento.

Esta, oh monjes, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento. Es este deseo que genera nueva existencia, que asociado con placer y pasión se deleita aquí y allí. Es decir, el deseo sensual, el deseo por la existencia y el deseo por la no existencia.

Esta, oh monjes, es la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberación, no dependencia.

Esta, oh monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento. Simplemente este Óctuple Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración.

La médula espinal de la primera noble verdad es el concepto de insatisfacción o sufrimiento, pero es importante entender que esta idea no niega que en el mundo se den placeres o momentos satisfactorios, sino que como todo es impermanente (anitya), cualquier experiencia puede convertirse en su contrario: “todas las acumulaciones conducen a la ruina / Todo lo que asciende caerá / Las uniones acaban en separación / La vida tiene como final la muerte” La falta de comprensión acerca del concepto de insatisfacción, que es nuclear en la filosofía budista, ha llevado a muchos lectores superficiales a considerar erróneamente la propuesta del Buda como nihilista.

En realidad, la idea fundamental es que al constatar la transitoriedad de los fenómenos, su elemento mutable —y por lo tanto, no sustancial, vacío de existencia inherente, sunyata—, no tiene sentido agarrarse a aquello que jamás es. Todo se halla en continua fluctuación y por ello la realidad es insatisfactoria. Se trata, en definitiva, y como explica Bhikkhu Bodhi, de una “insatisfacción básica que recorre nuestras vidas”. Si bien es cierto que en algunas ocasiones esta insatisfactoriedad irrumpe en forma de desesperación, depresión o desesperanza, dukkha es aquel sutil rumor que no podemos acallar y que no deja de recordarnos que las cosas jamás serán como esperábamos que fueran.

En cuanto a la segunda noble verdad, “samudaya”, que expone la causa del sufrimiento, también cabría hacer ciertos matices. Una crítica habitual hacia el budismo es que su propuesta implica renegar del deseo. En ese sentido, los textos del budismo primitivo dejan poco espacio para la interpretación: “El placer es breve como un relámpago / [...] ¿Por qué, entonces, debo desear los placeres de que habláis? / [...] Busco el más alto premio, duro de alcanzar para los hombres: / La verdadera y constante sabiduría de los sabios". O, por ejemplo, cuando finalmente el Buda alcanzó la iluminación, los textos recogen que afirmó: “oh armador de casas, has sido hallado / ¡nunca más idearás una para mí! [...] Mi mente ha pasado a la quietud del Nibanna / ¡La desaparición del deseo se ha alcanzado por fin!”. También el budismo theravada, más orientado a la contención, sería afín a este planteamiento: el practicante debe renunciar al deseo y suprimir sus impulsos naturales.

Sin embargo, en formas más tardías del budismo el énfasis no se halla tanto en que el origen del sufrimiento sea el deseo en sí mismo, sino en el apego al deseo o en un deseo desmedido hacia las cosas. De hecho, si para alcanzar un fin, la liberación, el deseo debe ser suprimido, se entra en una lógica contradictoria en la que el camino a seguir es, al mismo tiempo, ratonera para el propio camino.

Lo que hay que destacar, independientemente de que nos acojamos al matiz theravada o al mahayana, es que la segunda Noble Verdad (samudaya) apunta a que el origen de la insatisfacción se halla en nosotros mismos. La manifestación de dicha insatisfacción o enfermedad son los kleshas u oscurecimientos que, en su aspecto más fundamental, se presenta como la codicia, la aversión y el engaño. De ahí derivan otros estados aflictivos y, el ensamble de todos ellos, despiertan todas las emanaciones de dukkha, “tales como el dolor, el sufrimiento, el miedo y el ciclo sinsentido de vida y muerte”. Como explica Bhikkhu Bodhi, erradicar la insatisfacción implica un proceso metódico, un camino largo que no depende tan sólo de la sola voluntad, sino de una investigación pautada, pues la raíz de todas las aflicciones es la ignorancia (avijja):

(...) Como raíz básica de dukkha, la ignorancia es una oscuridad fundamental que envuelve la mente. (...) El caldo de cultivo de dukkha es la ignorancia que emana en las impurezas, las impurezas que derivan en sufrimiento. Mientras esta matriz causal se mantenga, aún no estamos más allá del peligro.

Esta entrada forma parte de una serie de entregas de algunos de los trabajos de final de curso de estudiantes del Curso de Meditación de Casa Virupa.

Bibliografía:

Bhikkhu Bodhi (1999) The Noble Eightfold Path. The way to the end of suffering. Buddhist Publication Society. Disponible en línea: http://www.buddhanet.net/pdf_file/noble8path6.pdf

CANTO-SPERBER, M. (coord). ET AL. Dicctionaire d’éthique et de philosophie morale (2001). PUF: Paris.

COOMARASWAMY, A. Buddha y el evangelio del budismo (1989). Editorial Paidós: Barcelona


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