quiénes
somos
"Toda la felicidad que hay en el mundo existe porque hemos deseado felicidad a los demás; todo el sufrimiento que hay en el mundo existe porque sólo hemos pensado en nuestra propia felicidad”.
Shantideva, s. VIII d.C.
Por qué Casa Virupa
Casa Virupa es una comunidad budista formada por personas con intereses y formaciones diferentes y con una misma inquietud: la apuesta por una forma de vida encaminada a la felicidad de todos los seres.
Nos hemos dado cuenta de la importancia de salir de vez en cuando de los ritmos trepidantes que marcan nuestros tiempos y que dificultan la introspección. Hemos decidido desarrollar la conciencia de lo que somos, del mundo y de los demás, dedicándonos al cultivo de la atención y del cuidado con mayor intensidad.
Esto es posible gracias al estilo de vida que estamos construyendo, y con la aspiración de que los beneficios de esta apuesta se expandan, queremos compartir nuestra casa y nuestro conocimiento con quien le interese.
Budismo en Casa Virupa
La tradición que nos ampara es el budismo tibetano. Nuestra formación en meditación, filosofía budista y rituales ha sido siempre dentro del marco de la tradición y linaje Sakya, teniendo como cabeza de linaje a Su Santidad el 41 Sakya Trichen, quien dio su benedicción para iniciar este proyecto.
El budismo es una tradición contemplativa iniciada en la frontera entre Nepal e India por Buda Shakyamuni hacia el 500 a.C., y cuya propuesta, teórica y práctica, pretende encaminar la vida de todos los seres hacia una felicidad estable, plena y expansiva.
Nuestra motivación
Queremos que Casa Virupa sea un espacio donde cualquier persona, independientemente de su momento de desarrollo espiritual, pueda trabajar para su felicidad y la de todos los seres sintientes. Con esta pretensión le ofrecimos el centro a Su Santidad Sakya Trichen en 2016, que nos alentó a embarcarnos en el proyecto. El director del proyecto, Lama Norbu, fue nombrado "Lama" (maestro) por Gongma Trichen en 2020, por lo que, además de director del proyecto, se convirtió en el maestro residente del centro.
Tal y como Su Santidad nos aconsejó, es importante que los miembros de la comunidad sigan su formación en el budismo y que Casa Virupa facilite el contacto con esta tradición mediante actividades regulares vinculadas a la ética, la meditación y la sabiduría. Dentro de este objetivo, Lama Norbu guía la mayoría de actividades de Dharma que hacemos, tutoriza el seguimiento espiritual de los estudiantes de Casa Virupa y vela porque la tarea que nos encomendó Gongma Trichen se lleva a cabo. También invitamos a maestros/as cualificados/as que ejercen su labor en el país, así como a otros referentes más allá de las fronteras.
Vida en comunidad
Uno de los pilares de Casa Virupa es la comunidad budista que reside aquí. La comunidad es el aliento del proyecto, e intentamos que el cuidado, el respeto mutuo y los principios éticos del budismo mahayana fundamenten nuestras relaciones.
Nuestra forma de vida está regida por unas normas y horarios que nos permiten cultivar la atención, herramienta imprescindible en el desarrollo personal. Al mismo tiempo, la convivencia es una herramienta excelente para aprender a valorar lo que tenemos y somos y, sobre todo, lo que necesita o pide el otro.
Vivir en comunidad es una manera eficaz de recordarnos que cualquier circunstancia, por simple que pueda parecer, puede ser transformada en una experiencia extraordinaria.
El voluntariado
El proyecto, más allá de la comunidad, lo forma una red de personas que nos ayudan a dar impulso a lo que hacemos y somos: son los voluntarios de Casa Virupa. Con algunos llevamos muchos años caminando juntos, con otros apenas acabamos de inaugurar el camino, pero todos ellos han hecho posible muchas de las actividades
que hemos organizado.
Si habláramos de Casa Virupa sin hablar de ellos, estaríamos olvidando una de las partes fundamentales de este proyecto: porque ellos también son artífices del mandala que estamos construyendo.