Román
21 de nov de 20162 min.
Este mes de diciembre, Casa Virupa, además de albergar actividades muy importantes —las iniciaciones del Ven. Khenpo el primer fin de semana del mes; el retiro de Tara blanca no común, etc.—, se volcará completamente en la práctica de una de las herramientas más recomendadas del budismo tantrayana: el ngöndro —los llamados "preliminares". Todos los altos lamas y maestros de todas las tradiciones recomiendan perseverar en la acumulación de estas prácticas, como preparación de la mente para poder adentrarse en el camino de la práctica tántrica. Y no sólo porque sirven para clarificar y entrenar la mente, sino porque sin ellos difícilmente avanzaremos en el camino de manera honesta. Por lo tanto, practicar ngöndro se vuelve un ejercicio más que obligado para cualquier practicante laico y monacal.
Hay maestros que no dejan de practicar ngöndro ni cuando han llegado a la acumulación recomendada y pautada por los textos, y los llegan a repetir varias veces en su vida. Como me explicó el Ven. Khenpo Thubten Nyima, el Ven. Khenpo Appey Rinpoché basaba una de sus prácticas en los preliminares. A su nivel de realización, entendía que era una actividad que sólo traía beneficios y la recomendaba siempre. Muchos otros maestros han puesto énfasis en que si sólo tenemos un rato para el Darma, hagamos preliminares.
De todo esto y de más hablaremos si queréis venir a probar la práctica con nosotros de ngöndro, este mes que viene. Os esperamos el sábado y domingo 17 y 18 de diciembre; la comunidad estará realizando la práctica también entre semana, todo el mes, por lo que si tenéis un hueco, os esperamos.
No creemos que haya una manera más purificante y renovadora de encarar el año nuevo.
¡Un abrazo en el Darma!
Román
P.S.: Os dejo con un fragmento del libro No para ser feliz de Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoché. El libro se basa en esta práctica de preliminares, espero que os inspire como a mí.
"Las cuatro actitudes de los practicantes.
Se recomienda encarecidamente el desarrollo de estas cuatro actitudes, aunque sea sólo en el nivel de aspirar a ellas, puesto que ayudan a rodar los flecos que con tanta facilidad cuelgan enredados de los complejos aderezos del samsara.
1. La actitud del ciervo herido
De la misma manera que un ciervo herido busca la soledad en la que curarse, encuentra un lugar aislado donde tengas tiempo y espacio para practicar.
2. La actitud del león
Sé tan valiente como un león y no prestes atención en absoluto a las situaciones complicadas o a las malas noticias, puesto que si te absorbieran y distrajeran, sólo conducirían a problemas mucho más serios en el futuro.
3. La actitud del viento
El viento es indiscriminado, respecto de dónde sopla. De la misma manera, no trates de convocar las circunstancias buenas o de evitar las malas.
4. La actitud del loco
Como el loco, no albergues preferencia o aversión hacia cualquiera de los ocho darmas mundanos; por ejemplo, nata te debe importar ni la alabanza ni la crítica".